Diario NORTE - Rivera

Se vendieron casi 1.200 entradas y hubo
aceptable recaudación para los jugadores
Los jugadores de la selección celeste no cobran absolutamente nada más que el dinero que se genera con las recaudaciones.
Lo único que reciben, por convenio establecido, y que se verificó el mismo día del partido minutos después de finalizado el mismo, fue el reparto del total de lo recaudado en bonetería entre los 23 jugadores del plantel, y nada más que eso.
Ayer algunos habían manifestado que hubo un dinero extra producto de un beneficio realizado y que se destinaría a los jugadores, no es así, por el momento no lo han recibido ni está acordado que lo hagan.
El sábado se vendieron 323 entradas de damas a $ 10 cada una, $ 3.230.
Se vendieron 835 entradas de caballeros a $ 20 cada una, $ 16.700 y fueron 13 las personas que adquirieron entradas al palco Oficial a un valor de $ 100 cada una, $ 1,300.
Como consecuencia de ello el total de entradas vendidas fue de 1.171 y el total recaudado $ 21.230.
Si se divide entre los 23 jugadores del plantel tenemos que a cada uno de ellos le correspondió $ 920 y quedó un sobrante de $ 70 que será incluido en la recaudación de mañana.
Los jugadores, al finalizar el partido fueron hasta la Secretaria de CHADE y allí los esperaba el Presidente de la Liga junto al secretario Administrativo quienes luego de explicarles los números del espectáculo, procedieron a la entrega del dinero a la par que los jugadores firmaron un recibo.

LOS GASTOS
Si del monto total de la recaudación se hubieran quitado los gastos, los jugadores hubieran quedado con menos de la mitad del dinero que llevaron.
A los jueces se les pagó $ 6.870, seis mil por sus honorarios y el resto de acuerdo a la paramétrica que fijó OFI aunque este dinero es reembolsado en la cuenta corriente que la Liga tiene con la Organización del Fútbol del Interior.
Entre personal de Boletería, Portería y Seguridad, se gastaron $ 1.540.
A OFI hay que enviar $ 600 por fondo de selección y $ 2.100 por concepto de Servicio Policial.
Todos estos gastos se cubrieron con dineros de la propia Liga que salieron de la venta de publicidad que lució frente a la Tribuna Avda Italia.

“MAGUILA” CONVERSÓ MUCHO Y NO
TUVO UN ARBITRAJE COHERENTE
La actuación de Jesús Sosa no fue coherente, al principio no dejó jugar ni cinco segundos corridos, paró constantemente el partido como para demostrar que con su presencia permanente en cada una de las jugadas, no se iba a golpear.
En cada falta sancionada perdía segundos haciendo señas constantes acerca de lo que había cobrado.
También habló mucho con los jugadores en la cancha y hasta intenta ordenarlos.
Poco a poco se fue perdiendo, se quedó sin potencia física para acompañar las jugadas y comenzó a arbitrar desde muy lejos y terminó dejando jugar demasiado fuerte.
Su principal problema fue el penal a favor de nuestra selección, un defensa rojiblanco desvió la pelota con su mano al borde del área y el árbitro no sólo no sancionó porque no la vio sino que además luego dudó en cuanto al lugar.
Peor fue la actuación del Asistente Julio dos Santos quien debió haberse trasladado hasta el vértice del área penal con la línea de fondo.
Si lo hubiera hecho nadie dudaba y Sosa hubiera sancionado el penal sin consulta alguna.
Debió correr hasta donde estaba Dos Santos con todo el equipo rojiblan-co a cuestas y luego de la consulta sancionó la pena capital.
Mientras volvía al área varios jugadores visitantes se pararon a su frente y fue muy claro un “cachetazo”, que puede haber sido sin querer, pero nadie puede dudar que hubo una pesada mano sobre la cara de Renzo Pozzi.
Jesús “Maguila” Sosa tiene un gran problema y es que habla mucho más que su silbato y tarjetas y la actuación de un buen árbitro debe ser exactamente al revés.