miércoles, 9 de mayo de 2007

Intendente convoca a la solidaridad
con damnificados por inundaciones

Donaciones que llegaron a la División de Bienestar SocialEn la mañana de ayer, el Intendente Tabaré Viera, luego de hablar con sus pares de Durazno y Treinta y Tres -los dos departamentos más afectados por las intensas precipitaciones de los últimos días-, convocó a la ciudadanía riverense a la solidaridad con los miles de damnificados, especialmente por el desborde del río Yí y del Olimar.
Según el informe de las últimas horas, en la ciudad de Durazno se han registrado 3.585 evacuados y se estima en 1.500 personas más de autoevaluados, no registrados, los que se hallan alojados en domicilios particulares.
A la hora 04:30 de ayer, dejó de funcionar la planta potabilizadora de agua que abastece a la ciudad, al ser cubierta por las aguas. Anoche, el abastecimiento de agua potable, según informe oficial, es la siguiente: “Las bombas de abastecimiento de agua dejaron de funcionar, al ser alcanzadas por el crecimiento del nivel de las aguas. El sistema alterno mediante las plantas potabilizadoras UPA quedó inoperativo al alcanzar las aguas las piletas de decantación”.
Ante esta situación, se ha previsto que un Plan de Distribución de Agua Potable con siete camiones cisternas: cuatro de OSE y tres de la Intendencia Municipal de Durazno. Mas dos camiones del Ejército Nacional que serán trasladados al lugar.
El Intendente Viera, desde Rivera, anunció el envío de un camión cisterna de la comuna para agregarse al plan de distribución de agua potable diseñado por el Comité de Emergencia de Durazno. Se estima de que por lo menos tres días tardaría en reestablecerse el abastecimiento de agua potable, una vez liberadas de aguas las bombas de extracción y se realicen las tareas de mantenimiento de bombas y piletas.
El desborde del río Yí, según los más antiguos pobladores de los alrededores, superó el nivel alcanzado en 1959, oportunidad en que llegó a la crecida más grande de la historia. En estos momentos, se encuentra a 12.50 metros de altura sobre su nivel normal y se encuentra creciendo en forma lenta; se estima que en la tarde de hoy alcance el pico máximo y en horas de la noche la situación se estabilice, para comenzar luego el descenso.
El Jefe Comunal riverense al convocar a la solidaridad, exhortó a reunir, a la mayor brevedad, colchones, ropas de abrigo y pañales a los efectos de llegar hoy mismo con las colaboraciones a los duraznenses. Son miles de familias que han quedado totalmente desamparadas y que requieren lo mínimo para protegerse de los intensos fríos, la humedad y la intemperie.
Como es habitual, a los pocos minutos de la convocatoria, comenzaron a llegar a los depósitos de Bienestar Social en el Estadio Municipal “Atilio Paiva Olivera”, las primeras donaciones, mientras que por teléfono decenas de personas solicitaban que las camionetas y vehículos municipales pasaron por sus respectivos domicilios a recoger los aportes.
Según información del Comité Nacional de Emergencia, hay 8.950 evacuados en todo el país, por las intensas lluvias que provocaron el desborde de ríos, arroyos y cañadas y anegaron campos y cultivos. En el departamento de Rocha, las aguas han cubierto un área de cincuenta mil hectáreas. Pese a la gravedad de la situación, no hubo que lamentar pérdidas humanas y la situación sanitaria de los evacuados está bajo control.
Desde el Ejecutivo Nacional se adelantó que se evaluará la situación, una vez que bajen las aguas que afectan a las zonas inundadas y dispondrá de los recursos para atender las necesidades concretas que presente cada una de las localidades que sufrieron de manera directa el impacto de esta catástrofe.
Asimismo, las Intendencias involucradas deberán trabajar, de acuerdo a su Plan de Desarrollo, en la relocalización de los ciudadanos que se ubicaban en asentamientos de la periferia. El Ministerio de Vivienda, realizará lo propio de acuerdo a su programa de construcción de viviendas a nivel nacional.
Los departamentos más afectados, reiteramos, son Durazno con 5.800 evacuados, Soriano con 2.040 y Treinta y Tres con 1.450 personas fuera de sus hogares. En este último la crecida de 10 metros sobre la cota del Río Olimar, comprometió el funcionamiento de las bombas de OSE y el posterior suministro de agua potable a la ciudad de Treinta y Tres.
En el resto del país, si bien existen menos cantidad de evacuados y daños ocasionados, la situación está controlada. Las personas evacuadas, se encuentran alojadas en domicilios particulares, clubes o lugares públicos y cuentan con la debida atención médica, víveres, ropa de abrigo, colchones y frazadas, suministrados por INDA y MIDES.
El Coordinador del Sistema Nacional de Emergencia, Carlos Lorente, señaló que en comparación con años anteriores, se sostiene que esta inundación supera a las ocurridas en los dos últimos años. Informó que la se instrumenta un sistema de vigilancia con patrullaje policiales a fin de evitar en las zonas anegadas por las aguas, actos de vandalismo y pillaje. Por su parte, el Director General de la Salud, Jorge Basso, señaló que hasta el momento la situación sanitaria de la población evacuada es completamente normal y es controlada en forma permanente por los equipos de salud que trabajan en los Comités Departamentales de Emergencia. Aunque advirtió a la población que extreme los cuidados sanitarios cuando retorne a sus hogares, a fin de evitar el riesgo de contraer enfermedades transmisibles de importancia sanitaria, como fiebre tifoidea, hepatitis A, leptospirosis, diarreas y afecciones a la piel.
Recomendó la adopción de medidas preventivas como evitar nadar o permanecer en agua estancada o barro, controlar la población de roedores, limpieza y desinfección con hipoclorito de sodio de áreas físicas domiciliarias, la utilización de agua potable que, en caso de no tenerla, hervirla o tratarla con hipoclorito como el lavado de manos e higiene personal con agua potable, vigilancia sanitaria de alimentos, almacenaje y destino adecuado de la basura, remoción y destino adecuado de excretas humanas y animales, desinfección de locales de crianza de animales, drenajes de agua libre, entre otras medidas como el lavado de frutas y verduras crudas con hipoclorito, lavar ropa que haya tenido contacto con materias fecales o agua estancada.
En otro orden, los relevamientos realizados en las zonas afectadas por la crecida de ríos y arroyos, establecen que los principales daños materiales afectaron la caminería rural, la cosecha de soja y causó la muerte de ganado ovino y bovino.

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