miércoles, 6 de junio de 2007

El ganado entre los árboles: Silvopastoreo,
una probada experiencia en FYMNSA

Si bien desde sus inicios FYMNSA se proyectó esencialmente como una Empresa Forestal, desde sus orígenes, allá por 1975, ha tenido una orientación productiva integrada, forestal pero también ganadera, poniendo en práctica el silvopastoreo.
Es así que el programa de plantaciones se integró con la ganadería en sus suelos arenosos, y siempre ha dedicado sus suelos basálticos exclusivamente a la producción ganadera. La integración se da con el pastoreo de los ganados dentro de los montes así como en los cortafuegos, caminos, cañadas y bajos, utilizando categorías vacunas acordes al tamaño que tengan los árboles. El manejo de podas y raleos precoces de los montes disminuye el riesgo de incendios y permite la entrada de luz a la pastura, lo que brinda alimento y abrigo al ganado . Está claro que la producción ganadera en si misma es marginal, como marginal es el ambiente al que la restringen los recursos naturales con que cuenta, vale decir suelos muy ácidos y de muy baja fertilidad los arenosos, y de muy alto riesgo de sequía los basálticos.
UN MONOCULTIVO QUE NO ES TAL
Esta integración de la ganadería con la forestación y con la conservación del monte nativo y de los humedales, en FYMNSA significa un verdadero “policultivo” armónico con el ambiente. De hecho, la empresa posee tres áreas con sus tres “cultivos”: Como toda producción múltiple, ocurre con ventajas y desventajas parciales para cada una de las áreas involucradas, pero con una resultante globalmente positiva en los aspectos productivos y ambientales. Los montes de pinos implantados, son manejados con podas y con densidades relativamente bajas logradas mediante raleos precoces, orientados a maximizar de madera aserrable de alta calidad, que exige altos volúmenes individuales por árbol, más que volúmenes por hectárea. Distinta sería la situación si la producción de madera de FYMNSA estuviera orientada a la producción masiva para celulosa. Por otra parte las densidades bajas no son tan bajas como las que soportan a los modelos silvopastoriles más sesgados hacia producciones pecuarias intensivas. El manejo forestal en los predios de la empresa, mantiene la entrada de luz a la pradera natural que se conserva por años bajo el monte.
EL CUIDADO DE LOS SUELOS
La implantación de los montes de pinos en FYMNSA redundan en la conservación del suelo y de la pastura natural, en igual o mejor grado que otras opciones productivas agropecuarias tradicionales en estos suelos arenosos. La conservación de los suelos comienza con la no labranza de los mismos durante décadas, con lo que ello implica a favor de la economía de su materia orgánica, ya naturalmente escasa. Cada vez que se rotura y se laborea un suelo, se oxida o “se quema” parte de su materia orgánica y además, muchas veces, se favorece su erosión laminar y aún la generación de cárcavas, si el laboreo hecho no es el correcto. El laboreo en la empresa para la implantación de montes de pinos se limita a “carpir” con rotovador a cinco centímetros de profundidad, una serie de franjas de 60 centímetros de ancho cada cuatro metros. O sea, la “tierra movida” resulta en solo el 15% del área plantada de pinos, y es “movida” únicamente en sus cinco centímetros superficiales. Además, una vez “movida” para plantar pinos, queda “quieta” por décadas. Muy distinto es el tratamiento que reciben la mayoría de los suelos destinados a plantaciones de los cultivos anuales tradicionales cuando no se adoptan las necesarias medidas de conservación de suelos.
EL TAPIZ VEGETAL
La pastura natural se mantiene sin pastoreos en las plantaciones de pinos de FYMNSA, durante los tres primeros años de implantados. De ese modo, la pastura natural tiene oportunidad de producir semilla y volcarla al suelo durante dos o tres ciclos productivos.
En montes de pinos de FYMNSA, luego de estos tres años iniciales de “descanso”, sin pastoreo, la pastura evoluciona paulatinamente. Con el manejo racional del pastoreo durante los 5 o 6 años siguientes, complementado con las pasadas de chilquera en los cortafuegos, y con el acondicionamiento de los residuos de las podas y de los raleos, la pastura mejora en densidad , en composición botánica y en producción forrajera.
Obviamente que a medida que los montes crecen, su producción forrajera va bajando progresivamente y a los 8 o 9 años de edad mantienen forraje en pié solamente en los bajos, en las cañadas y en los cortafuegos. Pero igualmente siguen siendo pastoreados con ganado como forma de prevenir la propagación de un eventual incendio. Se considera que, durante décadas, con la conservación del suelo sin laborear, con la conservación de la pastura sin quemar y con la creación del necesario banco de semillas forrajeras la empresa ha apostado a la preservación de la potencialidad productiva de la pastura natural.
REGENERACION Y NO DESERTIFICACION
Luego de la tala rasa de los montes montes, se aprecia que donde estaban los pinos, la regeneración natural de la pastura y de los pinos paulatinamente va tapizando el suelo desnudo, hasta cubrirlo totalmente en uno año aproximadamente. Se evita mecánicamente, sin quemas y sin uso de agroquímicos, la regeneración natural de los pinos en las entrefilas de la nueva plantación que se realiza luego de la tala rasa. Con ello se le da condiciones de sobrevivencia a la pastura natural durante un nuevo ciclo productivo silvopastoril. También se evita mecánicamente la regeneración natural de pinos, que eventualmente aparece en las proximidades de los cursos de agua y del monte nativo.
FYMNSA apuesta a una evolución productiva, que se dará en el ámbito de producciones silvopastoriles integradas en armonía entre sí y con el ambiente, y en el ámbito de la conservación y protección de los recursos naturales, como ha sido siempre tradición en la empresa.

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