viernes, 1 de junio de 2007

La contaminación acústica y los riverenses
Director de la División de Medio Ambiente, José M. Almada SadLa contaminación acústica, fenómeno universal que nos aqueja, puede ser fácilmente definida o entendida como la diferencia existente entre sonido y ruido: es decir la sensación de molestia que nos provoca este último. En la actualidad son ampliamente conocidos los problemas de salud asociados a este fenómeno y los mismos van desde la pérdida completa de la audición hasta la exposición a situaciones estresantes y su asociación directa con las bajas defensas del organismo y consiguiente aparición de enfermedades. Nuestro departamento de Rivera, con su creciente desarrollo económico, no escapa a esta realidad. Hoy se observa con cierta preocupación el hecho de que no se respeten las libertades personales de muchos ciudadanos, a los cuales se los bombardea constantemente con avisos publicitarios, bocinas y escapes de vehículos, equipos de audio en volúmenes exorbitantes, entre otros. De esta forma estamos perdiendo la tan mencionada “calidad de vida” o “salud ambiental” a la que toda la población tiene derecho.
El municipio en la figura de la Intendencia Municipal, es por legislación la encargada de mantener la salud ambiental de la comunidad (Ordenanza General de Medio Ambiente, 2003). En tal sentido desde el año 2000, y con la creación de la División Medio Ambiente , dependiente de la vieja Dirección General de Salubridad e Higiene, se viene adoptando una óptica innovadora en materia de contaminación acústica, se trata de abordar la problemática desde una visión a largo plazo: trabajando con escolares y pre-escolares. Esta óptica tiene por principio el hecho de que la verdadera solución es la educación de nuestra sociedad, y ellos son los futuros ciudadanos de nuestra ciudad y nación.
Pero esta visión largoplacista no quita que se tomen medidas en otros sentidos y tiempos: mediano y corto; es así que en el año 2003 se implementó en conjunto con la Universidad de la República el desarrollo de un mapa acústico para nuestra capital departamental, esta herramienta que tiene por objeto moldear su desarrollo urbanístico y establecer a corto plazo la implementación de ciertas normas que regulen el fenómeno en este espacio. Por último, pero no por ello menos importante, desde los albores mismos de la creación de la División Medio Ambiente se viene atendiendo cada una de las denuncias constantes que llegan a la dependencia. Estas denuncias, representan el reflejo y porque no el reconocimiento de dos factores: el primero e ineludible es que la contaminación acústica es un fenómeno instaurado en nuestra sociedad y el segundo el reconocimiento por parte de la población de un elemento de contralor y vigilancia en tal sentido.
En definitiva, en tiempos donde somos apabullados por los medios de comunicación, en tiempos donde cada vez estamos más “conectados” y menos comunicados, en un mundo donde la comunicación esta muy lejos de “escuchar al otro”, no nos queda más que la apuesta a esta nueva generación de ciudadanos y su indiscutida alegría y vigor para que en definitiva esta sociedad sea la “sociedad del escuchar”. Sociedad ésta que se comprometa a luchar por una comunicación fluida, dejando de lado el actual aislacionismo de “sordos” que nos lleva cada vez mas a hacer uso del levantar la voz y con ello la pérdida de nuestra calidad de vida.
José María Almada Sad, Director de Medio Ambiente IMR.
Asesoramiento Técnico: Lic. Rodrigo J. Vargas.

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