lunes, 7 de mayo de 2007

Fue un brillante espectáculo con todo
lo que debe tener un partido de fútbol

Incidencia del partido entre Peñarol y Tacuarembó disputado en el estadio “Atilio Paiva Olivera”Peñarol vino a Rivera y felizmente no nos ofreció la pálida imagen que había dejado en oportunidad de su presencia anterior cuando derrotó a Cerrito por uno a cero en un encuentro discretísimo.
En esta oportunidad, con mucho en juego, los aurinegros se asociaron a Tacuarembó y nos deleitaron con un encuentro que tuvo de todo.
Hugo goles, seis en el fútbol uruguayo no es cosa común para un partido, emociones a granel, la hubo hasta la última jugada del partido, público en las tribunas, felizmente el estadio volvió a lucir “vestido” con más de once mil personas.
No faltó nada, ni siquiera las clásicas reyertas internas de Peñarol en la Tribuna Carmelo Sosa.
En la cancha Peñarol comenzó ganando con un gol, al decir de Carlos Solé, “viciado de nulidad”, una clara posición adelantada que se verifica en el momento exacto que Capria envía el centro desde la derecha con tres jugadores aurinegros en posición adelantada, luego no interesa nada más, en ese momento Silvio Méndes, Núnes y Vigneri estaban adelantados y punto, la bandera de Nievas se debió haber levantado en ese momento, todos los comentarios posteriores son anexos y hasta el intento de Núnes de cabecear, sin interesar si pudo hacerlo o no, ya estaba anulado, pero Vigneri no tiene la culpa la cabeceó contra el palo para mandarla a la red.
Luego fue el momento de Tacuarembó, dominó, ganó en todos los sectores con jugadores muy importantes como Torres, Nicolás y el isabelino Aldo Díaz.
Movieron la pelota de un lado a otro y le ganaron a la defensa aurinegra en todo momento.
No llamó la atención que los rojiblancos llegaran al empate y antes de la finalización del primer tiempo al segundo.
Gregorio Pérez se fue al vestuario con un montón de preocupaciones y varias piezas a cambiar, sin embargo optó por la salida de Capria, que no jugó bien, y el ingreso de Sergio Pérez que le dio otra movilidad al equipo.
Llegó el empate de Luiz Núnes pero no hubo mucho tiempo para el festejo porque un error del propio “Garotinho” facilitó el accionar ofensivo del equipo de Manta y llegaron con claridad impresionante para que el argentino Nicolás Nicolay anotara, con suma tranquilidad, el nuevo empate.
Tres a tres, y todas las emociones para la media hora final del partido.
Peñarol ganaba en ofensiva, estuvo a punto de concretar y marraron en la definición, la última jugada siempre fue fatal para los ágiles mirasoles, pero nunca pudo descuidar en demasía porque el fondo ofrecía importantes ventajas que los tacuaremboenses aprovecharon y hasta tuvieron la chance del cuarto tanto.
Hubo dramatismo hasta las últimas jugadas del partido, aún cuando se jugaba el quinto minuto adicionado por Vázquez, hasta la última jugada, la pelota estuvo cerca de un arco, de un lado y del otro y la victoria que pudo haber sido para cualquiera, tuvo en los ágiles aurinegros las mejores posibilidades que no concretaron y el empate fue festejo rojiblanco.
Pero mucho más parea los parciales que se retiraron del estadio comentando cada una de las jugadas, de las acciones, de las buenas manifestaciones futbolísticas de varios jugadores lo que en definitiva colaboraron para que se viviera una excelente jornada deportiva.

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