lunes, 28 de mayo de 2007

Sarandí, favorecido con un “gol de vestuario”
le ganó a Lavalleja y continúa en el torneo

Muchos ni siquiera habían comenzado a mirar el partido, unos buscaban su lugar luego de haber estado al sol y mirando los ejercicios previos.
Otros acomodaban la almohadilla en el frío cemento, otros se arreglaban la gorra, la bufanda pero pocos, muy pocos vieron como Douglas Caillava antes que el segundero recorriera dos vueltas completas, la clavaba en la red del decano.
Fue sorpresivo, como suelen ser los goles tempraneros, los denominados goles del vestuario que favorecen a quien lo hace y desacomoda completamente a quien los sufre.
Y Lavalleja no fue la excepción, sintió el impacto, no supo rehacer sus líneas, no supo acomodarse en la cancha y jugó rematadamente mal en los primeros cuarenta y cinco minutos.
Hubo desconexión del medio y el ataque, hubo excesivo juego individual y los albinegros comenzaron a intentar la jugada individual olvidando, por completo, que el fútbol es un juego colectivo.
Cada uno buscaba llegar a la última zona rival a través del dominio individual de la pelota y eso se transforma en gol una vez cada tantos años.
No hubo modificaciones en relación al funcionamiento decano en el comienzo del segundo tiempo, ni siquiera se intentó a través de un cambio que pudiera intentar modificar algo.
El que cambió fue Enrique de Bellis y acertó con el ingreso de Luis Miguel Curbelo.
Pocos minutos después entra Marcelo Alvez por Luis Eduardo Ponce un cambio que no se entiende porque el decano necesitaba gol, o por lo menos quien lo intentara y Alvez no es precisamente un jugador con capacidad de hacer goles.
Luego ingresó Heber da Silva pero Lavalleja ya estaba completamente desconcertado en la cancha y poco pudo aportar.
Frente a ello Enrique de Bellis seguía acertando y a poco de ingresar Braulio Cardozo anotaba el segundo.
Ya no había posibilidades, Lavalleja no ofendía y poco a poco el tiempo pasaba sin que surgieran novedades, Sarandí dominaba las acciones, estaba tranquilo y solamente esperaba el final del partido para dar rienda suelta a la alegría de su parcialidad.
Merecido y justo triunfo de Sarandí Universitario que, de esta manera, pasa a la segunda fase del Campeonato Nacional de Clubes Campeones.

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